ELEGIR VIVIR

"La Vida Ante Sus Ojos" es un malogrado y tramposo drama que desaprovecha las enormes capacidades narrativas de una propuesta inteligente e interesante que acaba convirtiéndose lamentablemente en todo lo contrario.

El tranquilo y primaveral barrio residencial de Briar Hill, en Connecticut, se estremece cuando un estudiante armado mata a 15 estudiantes y profesores antes de arrinconar a dos alumnas adolescentes en el baño de chicas: la imaginativa y salvaje Diana y su amiga Maureen, más seria y conservadora. Quince años después, Diana disfruta de una vida perfecta. Paul, su marido, al que conoció en el instituto, es profesor de Arte en la universidad y su hija Emma, a punto de hacerse adulta, empieza a mostrar signos de haber heredado la vena salvaje de Diana. Fue esa vena salvaje lo que unió a Diana y Maureen en un primer momento. Las dos se embarcan en las típicas aventuras de adolescentes: faltar a clase, fantasear con chicos, colarse en las piscinas de los vecinos… pero su relación se resiente cuando el comportamiento cada vez más errático de Diana empieza a chocar con las devotas creencias de Maureen. El recuerdo de sus personalidades contradictorias atormenta a la Diana adulta, sobre todo a medida que se acerca el decimoquinto aniversario del tiroteo. Atormentada por los sucesos inenarrables de ese día, Diana ve cómo su vida actual se desmorona: su marido pasa cada vez menos tiempo en casa, su hija empieza a faltar a clase y ella comienza a perder el contacto con la realidad. Mientras, la joven Diana descubre el poder redentor de su amistad con Maureen, incluso cuando el terrible espectro de violencia amenaza en el horizonte.

Y es que el inicio es francamente prometedor: la vida truncada de dos amigas muy distintas entre sí, por culpa de un estudiante desequilibrado que produce una masacre en el instituto donde estudian y que cuando se cruza con ellas les pide que elijan cual de las dos debe morir. Y a partir de ahí con una estructura de "puzzle" que mezcla el presente de una de las dos chicas ya adulta, con ese turbador episodio de su pasado a modo de "flash-backs" se nos desgrana una historia que daba mucho de sí, pero con una dirección torpe y uno de los guiones más tramposos que he tenido la oportunidad de ver en toda mi vida, se echa al traste todas las posibilidades de realizar un drama creíble o mantener una intriga con cierta intensidad de lo que realmente ocurrió el día del tiroteo.

Además tenemos que sumarle a los despropósitos de la resolución del guión una fuerte carga moralina anti-abortista, en fin, este es el perfecto ejemplo de como destrozar una buena idea. Y eso que el reparto incluye a una actriz reconocida como Uma Thurman, algo despistadilla aunque correcta, y a la emergente y etérea Evan Rachel Wood, convincente, que logran mantener la atención del espectador cuando la historia pierde fuelle primero y se descontrola de manera absurda después.

U.C. (Daniel Farriol)